Jose Hernandez de cara al Torneo AFMB 2019
Sebastián Lannes arribó a José Hernández hace tres temporadas, luego de dirigir los planteles femeninos de inferiores y primera en el Club Atlético El Palomar. En Mataderos inició en 2016, con el equipo mayor A, y un año después comenzó a trabajar con las Sub 15. El año pasado decidió dejar la primera y tomar las riendas de todo el mini básquet de la institución, aunque prosiguió como asistente de Pablo Alfredo en U17 y U19. Este año, Lannes volverá a comandar el equipo de Primera B de Hernández.
“Vuelvo con la primera porque fue una propuesta de la subcomisión, y Pablo y yo estábamos de acuerdo. Ambos llegamos a la conclusión de que al tener las mismas ideas y objetivos, podía ser positivo para la categoría. El año pasado estuvimos trabajando juntos en la primera del masculino, y en el Federal, lo que sirvió como un incentivo para los dos tomar esta decisión”, analizó Lannes.
Según el entrenador, el 2018 fue muy positivo para el elenco de Mataderos, ya que hubo mucho crecimiento, y reflexionó: “En el mini básquet tenemos siempre como objetivo mejorar lo que es fundamentos, en el trabajo de uno contra uno y en la defensa, que con Pablo consideramos es el punto esencial, y lo pudimos hacer”
Además, explicó que la temporada de las inferiores fue por la misma senda ya que los equipos lograron ubicarse entre los ocho primeros para pelear por la zona campeonato, avanzando a playoffs en todas las categorías. “Con U15 se nos hizo más cuesta arriba. Con U17 perdimos con Vélez y en U19 perdimos como visitante por una diferencia de dos o tres puntos, en Berazategui, pero fue más que positivo”, repasó Lannes.
El entrenador explicó que para este año, la idea central es afianzar y consolidar aún más los grupos, trabajando el compañerismo de las chicas, e indicó: “En tanto al juego, buscamos seguir trabajando sobre los fundamentos y defensa, y en las inferiores repetir lo que venimos haciendo los últimos años. En tanto a la primera, queremos generar una idea de juego similar en ambos equipos, para seguir con esa identidad en todas las jugadoras”.
Para Lannes, el hecho de trabajar con grupos de edades dispares implica tener que adaptarse a las necesidades de cada equipo. “Creo que el mini básquet es el momento de diversión, recreación y también para trabajar los fundamentos, generando a partir de esa edad una idea de equipo, y trabajando una dinámica de juego grupal. Buscamos que sepan que todas son importantes”, explicó el entrenador, y señaló que en la primera ya se apunta más al juego de equipo.
“Nuestra idea es que cuando los equipos son grupos consolidados, se puede aspirar a cosas importantes”, sentenció Lannes, con las esperanzas intactas de continuar formando chicas en la institución de Mataderos, seguir fomentando la solidaridad interna de las chicas, y sobre todo, de poder dar pelea en un nuevo torneo que será apasionante.