Argentinos Juniors, las monarcas del Maxibásquet
Argentinos Juniors se consagró campeón del Maxibásquet de la AFMB en el 2018, venciendo en una dura final a Ciudadela Norte y tomándose revancha de lo que había sido la definición perdida en el 2017 a manos de Vélez. Las de La Paternal tuvieron una enorme temporada, terminando primeras la fase regular y luego coronando todo el trabajo con unos playoffs en un altísimo nivel. Para conocer más sobre las campeonas, hablamos con Fabiana Amarillo, capitana del plantel.
«Hace seis años que empezó este grupo, con algunos cambios. Hace dos temporadas salimos campeonas en Centro Galicia, pero por un inconveniente nos fuimos del club y llegamos a Argentinos Juniors. El año pasado llegamos a la final también y se nos truncó por un doble el campeonato. Este año estábamos todas convencidas de que podíamos lograrlo. Obviamente somos todas mujeres grandes, con trabajos y tenemos que dedicarle mucho como para poder seguir jugando. Con todos esos condimentos, incorporando a jugadoras excelentes como las hermanas Melogneo y Andrea Ramis, pudimos armar un equipo donde todas somos importantes. Cada una tiene su función y la cumple sin problemas».
«Lo más importante que tenemos como grupo es la química de compañerismo, las buenas vibras, la solidaridad. Nuestra química pasa por la buena gente. Eso tuvo mucho que ver. Acá nadie tiene problemas si tiene que estar en el banco. Todas estamos jugando, desde las que están alentando, a las que juegan 40 minutos. Hay un apoyo incodicional a todas, cuando las cosas salen bien y cuando salen mal. Hace muchos años que venimos juntas, todas tenemos mucho caracter, pero lo llevamos para el lado positivo. Queremos ganar, pero para ganar tenemos como base el respeto, la solidaridad, el ser buena compañera. El grupo es fundamental y por supuesto que también es clave el apoyo de nuestras familias. Además de Argentinos quiero destacar a Carlos Barua, que es nuestro padrino y quien nos apoya».
Los buenos resultados de los años anteriores y el conocimiento entre el plantel hacía que Argentinos fuera uno de los principales candidatos previo al arranque del certamen. Sin embargo, el poderío de varios otros equipos y la suba en el nivel de competitividad dentro del Maxi, hacía que nada estuviera garantizado.
«El título era un deseo, pero sabíamos que había equipos muy fuertes», cuenta Amarillo. «Fue una temporada con muy buenos equipos. Vélez tenía un equipazo. Todas habían entrenado muy duro y se notó el avance. El Maxi ya tomó otra dimensión. De hecho, las tres finales fueron muy buenas. Nosotras salimos primeras en la fase regular, pero se dio que nos tocó enfrentar a dos grandes equipos como Vélez y después Ciudadela en la final. La final fue dura al principio, aunque después pudimos sacar una diferencia. Cuando empecé a ver cómo el equipo se iba acoplando, sabía que teníamos muchas posibilidades de ser campeonas. Realmente no pudimos entrenar todo lo que queríamos, fue un año duro, pero pudimos llegar todas enteras a la final, que no es poca cosa».
«La gran virtud del equipo es que tenemos una base muy pensante. Además todas teníamos algo muy claro: una buena defensa va a provocar un muy buen ataque. Nuestra defensa fue muy importante. Y en los contraataques teníamos a Sami Melogneo, una jugadora muy rápida, que ganaba fácilmente con su velocidad. Supimos explotar eso. Y después le sumamos pivots de la calidad de Natalia Méndez, Gimena Pallares, Marcela Barbarino, esforzándose por los rebotes y con salidas rápidas. Cuando teníamos que trabajar los ataques teníamos muy buenas jugadas, estábamos bien armadas. Y aparte tenemos un equipo con mucha creatividad. Todas son muy creativas y siempre pensando en el pase extra. Nadie es egoísta con la pelota. No importa quien anota, tuvo que haber todo un camino para llegar a una conversión más simple».
¿Cómo se preparan para el 2019, luego de un año soñado? La capitana lo responde: «Nuestra idea para el 2019 es repetir el plantel, pero sabemos que hay algunas jugadoras que no van a poder estar, debido a sus responsabilidades. Tenemos un par de bajas, pero siempre hay alguien que se suma. Estamos en momentos de definiciones. Nosotras tenemos una base inseparable y nos movemos en bloque. Si nos tuviéramos que ir a otro club, lo haríamos todas juntas. Acá hay una gran amistad. Es difícil de entender la química que tenemos y eso no lo queremos perder. Se puede llegar a otro campeonato o no, pero buscamos mantener los mismos códigos de convivencia que nos sirvieron para llegar siempre lejos».