45° Encuentro «Eduardo Olmedo»: el mentor de un evento único
La mirada de Eduardo Olmedo todavía está latente en todos y en todas las amantes del básquetbol. Su educación, su formación y su amor por este deporte han dejado una huella imborrable en la familia de FeBAMBA y como consecuencia el nombre del 45to. Encuentro del Minibásquetbol.
El estadio Ciudad de Vicente López, perteneciente al Club Atlético Platense, será el espacio de encuentro de los más chicos y de las más chicas el sábado 15 de octubre, bajo la órbita de FeBAMBA y AFMB, y con este homenaje a Olmedo, que se repetirá como en el 2017.
Olmedo, fallecido en mayo del 2015, trabajó arduamente en Pinocho y su paso por allí marcó una época para el futuro del básquetbol de la institución. Llegó a los 14 años y nunca más abandonó el recinto, se mantuvo durante más de 50 años concurriendo a la institución de Villa Urquiza.
La vida de Olmedo estuvo siempre atada a este deporte, nacido el 18 de abril de 1944 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), se inició como basquetbolista en Deportivo San Andrés aunque ya desde ese entonces se lo veía como un futuro entrenador.
Y ya en ese rol pasó por Platense, lugar de la sede de los últimos tres años, y también en Unión Vecinal de Munro hasta que desembarcó en Pinocho, institución donde en la actualidad lo recuerdan con un gran amor.
En 1974, el nombre de Olmedo escribió el inicio de la historia junto con otros dirigentes y entrenadores apasionados por el básquetbol. Es que para esa época se le dio un salto de calidad al Encuentro Nacional del Minibásquetbol, que ya contaba con cuatro ediciones de vida, y se reunieron a 20 mil niños y niñas de 54 clubes en el estadio de “Monumental” de River Plate.
“Desde FeBAMBA pensamos que debía llevar su nombre el Encuentro Argentino en un homenaje más que merecido. Todo lo soñado y pensado por Eduardo Olmedo es fruto de la pasión que sentía por el Minibásquet. Siempre estaba atento y dispuesto a atender todas las cuestiones que le planteábamos desde los clubes, aunque que fueran muy pequeñas. El consideraba que todo era importante y así lo transmitía”, recuerda Alicia Vexina, la actual responsable de la organización del Encuentro.
Por su parte, el entrenador de Mini en Pinocho, Nicolás Pessano contó lo que significó Olmedo. «La verdad que ha sido el cerebro del Mini y cumplió un rol fundamental en diferentes categorías del club. Siempre ponderó el trabajo con los chicos: viajes, ideas, organización del Encuentro Nacional y otras cosas».
«Olmedo fue un adelantado a los tiempos que se vivían, como en la formación del Encuentro Nacional. Sinceramente lo vemos como el motor clave en nuestro club y por eso su corazón está representado en cada espacio nuestro», valoró.
Finalmente, Pessano resaltó que Olmedo «siempre» llegaba a todos lados, que su «forma de juego» marcaba una diferencia, al igual que la «formación en los chicos».