Las Tres Mosqueteras de Ciudadela Norte
Ciudadela Norte se integró este año a las competencias formales de la Asociación Femenina. Con la Primera, armada en esta temporada por su entrenador Gabriel Marino, se incorporaron tres jugadoras con una dilatada trayectoria, y son las referentes de un plantel joven, y sin dudas un salto de experiencia notable que las pone con muy buenas perspectivas de cara al resto del certamen.
Fabiana Carballo, Julia Viejo Rivera y Natalia Villegas, de ellas se trata, contaron en charla con Prensa sus sensaciones de estar jugando el Torneo Superior, sus antecedentes que incluyen paso por Liga Nacional y Selección Argentina, y lo que significa ser espejos de compañeras más jóvenes, quienes las observan como referentes, con todo lo que eso significa.
“Empecé a los 12 años en San Miguel y estuve allí hasta los 24; luego pasé por Juvencia, Santos Lugares, Sunderland, Munro, Crovara e Italiano, entre otros. Por motivos laborales y familiares dejé la práctica activa y retorné a los 40 años, en el maxibásquet” comenta Julia, quien trabaja de secretaria en una escuela media y además, es jea de departamento docente. Tiene dos hijos: Julieta, de 16 años, y con 184 centímetros juega al handball, donde integra la selección nacional; y Franco, de 9. “También juega handball, ninguno de los dos sigue mis pasos (risas), pero lo importante es que ambos hacen deporte”, agrega.
“Yo vivía en Haedo y jugaba en un club que no jugaba metropolitana. Luego pasé a Luz y Fuerza, Claridad donde tuve muchos años; Argentinos Juniors, Centro Galicia, en 2007 jugué para Ciudadela hasta el 2010; me fui a Sarmiento y el año pasado no jugué, hasta ahora donde retomé aquí. La propuesta muy linda por parte de Gabriel y poder formar nuevamente la Primera con las más chicas que tienen mucho futuro me resultó atractiva y acá estoy”, agrega Fabiana.
Por su parte, Natalia expresa: “Comencé a los cinco años en Argentino Capital; cuando fui mini pasé a José Hernández y estuve hasta los 20. Luego fui a Deportivo Español hasta que se desintegró la actividad. Volví a América y en Primera terminé a los 34 en Crovara. Luego del parate por mi embarazo, regresé al maxi, al mes y medio de haber tenido a Tiziano, de 4 años. Siempre viene conmigo a los partidos y de chiquito ya se lo ve de decidir entre el básquet y fútbol, aunque la idea es que siga mis pasos”. Actualmente juega en tres torneos: Primera, Maxi y la Lifor. Referido a la compresión de horarios por sumarle esa exigencia de campeonatos a su vida diaria como madre y mujer, dice:
“Se complica, pero es tanto el amor hacia este deporte que la fuerza uno la saca desde donde no la tiene; por eso me hago los tiempos, porque el básquet es mi cable a tierra, algo realizado toda mi vida. No podría vivir sin jugarlo y de hecho en mi casa tengo un aro y cuando mi nene duerme o estoy en momentos de ocio, agarro la pelota y empiezo con los lanzamientos. Mi hijo y el básquet son mi vida”, comenta emocionada.
La consulta es si recuerdan haberse cruzado en una cancha, y toma la palabra Julia.
“Jugué un partido de Liga contra el equipo de Natalia, nos saludamos y me invitó a jugar en Primera; le respondí que necesitaba divertirme, que estaba grande (risas), acepté y fui, me gustó de inmediato la onda”.
“En mi caso, estaba en el maxi, como te había comentado, porque no había tanta responsabilidad; aunque hace tiempo tenia ganas de volver a Primera, hoy con mi nene mas grande y al tener la edad para jugar en ambas, tomé el compromiso y cuando conocí al Negro Gaby, un DT moderno, con hambre de ganar y apoyando siempre al equipo, no lo dudé”, agrega Naty.
Por su parte, Fabiana cuenta:
“Yo jugaba en Sarmiento con Johana, esposa de Gabriel, mi amiga; también quería ir a jugar maxi para no tener tanta responsabilidad. Mi trabajo me requiere mucho tiempo pero y a veces es difícil, pero lo hago con ganas. Conozco al entrenador, un fenómeno y como dice Naty, con muchas ganas de ganar; es lindo compartir con este grupo. Sabemos que es difícil pero no imposible, las más chiquitas tienen mucho para dar y de a poco lo están demostrando”.
Ser las referentes también implica los compromisos de responsabilidad y transmitir seriedad a las jóvenes, y en eso coinciden:
“Llegamos muertas a los entrenamientos .pero asumí un compromiso y trato por todos los medios de cumplir” (Fabiana).
“Tal cual, es responsabilidad, compromiso, y como dije antes, amor incondicional por la naranja” (Natalia).
“Somos de otra generación: la del esfuerzo,del entrenamiento, respeto al DT,de jugar dos minutos y no cuestionar nada, de viajar horas en colectivos…” (Julia).
Para el final, palabras hacia su entrenador, el impulsor de tenerlas en su plantel superior, y con ellas, pelear un ascenso.
“Gaby es una persona super abierta, en particular, yo le comento después de cada partido lo que para mi hicimos mal, lo mejorado; hoy yo me veo mas del lado de apoyar a nuestras compañeras de entre 16 y 20 años. Las aconsejo, trato de que en la cancha me escuchen, siempre siendo objetiva, y ellas escuchan, preguntan, y eso esta bueno, transmitirle lo aprendido estos años” (Natalia).
“Yo no,la verdad soy nueva aquí y solo intentaré hacer lo que hago en mi trabajo,hacerles entender que sin esfuerzo, constancia y sacrificio no se logra nada…Por lo visto, la líder o a quien escuchan además del DT es a Naty” (Julia).
“Si estoy totalmente de acuerdo con Naty, las chicas siempre están dispuestas. Y como entrenador, Gaby es muy abierto a todas” (Fabiana).
Piden risueñamente retocar las fotos, con menciones a los kilos y otras cuestiones estéticas que las define aparte de buenas jugadoras de básquet, como muy femeninas. Son las Tres Mosqueteras de Ciudadela Norte, equipo dispuesto en este 2017 a llegar a lo más alto en su divisional.