La experiencia de Marina Bordón en Unión de Munro
Marina Bordon tiene 26 años y se inició como jugadora hace 22 años. Es decir, una pequeña que se volcó hacia el básquetbol. Ahora, en su rol de entrenadora hace cuatro temporadas, nos cuenta sus experiencias en ambos roles dentro de su club, Union de Munro.
Sos entrenadora de Unión de Munro hace ya 4 años, ¿Qué categorías tenés a cargo?
Cuando comencé como entrenadora en el 2013 me ofrecieron dirigir las formativas y así empecé, pero luego en el 2014 las cosas cambiaron y me ofrecieron dirigir también las categorías Inferiores por lo que tengo a cargo todas las categorías menores del club.
¿Cuál es tu historia con la institución?
Mi historia con Unión de Munro es muy simple. Me llamó el último DT que me dirigió y me comento que estaba formando el plantel de superior en el Club Unión de Munro, como hacía muchos años que no jugaba me decidí a comenzar nuevamente. Luego de jugar durante un año en el club y conocer gente nueva, hable con una compañera del plantel de básquet y la conversación llego al punto en donde le conté que uno de mis sueños era convertirme en directora técnica ya que amo el básquet en todos sus aspectos, debido a que juego desde muy chiquita y me encanta ver costantemente este deporte. A fin de ese año me convocaron del club y me comentaron que la DT actual se iba, y si me animaba a agarrar las categorías formativas, sin dudarlo ni un segundo les agradecí y acepte que me dejaran formar parte. Hasta el día de hoy sigo dirigiendo a esas nenas que comenzaron conmigo desde el 2013.
¿Y con el básquet cómo te relacionaste?
Con el básquet mi historia comenzó en Unión Florida, debido a que mi papa trabaja ahí y mis hermanas entrenaban también. Luego de que mis hermanas dejaran, cambié de club para comenzar a crecer en el deporte. Fue cuando conocí el Club Atlético Platense, que en ese momento tenía básquet femenino. Allí fue en donde me enseñaron muchísimas cosas pero una de las que mas recalco es que tanto los padres como el cuerpo técnico (Carlos Spellanzon y Diego D’andrea) me hacían sentir como en casa. Después de unos años el club disolvió el básquet y tuve que ir hacia otro club. Este fue Sunderland; jugué un solo año ahí y luego me fui a Teléfonos donde también me quede por un año para luego irme a Vecinal de Munro donde la pase muy bien, pero lamentablemente por problemas personales tuve que dejar de jugar por un tiempo. Quiero agradecerle a Ezequiel Vallet quien me enseño a volver a amar el deporte y que la constancia siempre trae buenos resultados.
¿Por qué elegiste entrenadora?
Sinceramente en un principio cuando era chica había dicho que quería hacer algo con relación al básquet, lo que sea, desde jueza, oficial de mesa, hasta asistente técnica. Pero luego de que tener tan buenos mentores como entrenadores, los cuales me enseñaron muchos valores, me dije a mi misma que quería ser entrenadora. Nunca me vi con el carácter y la destreza necesaria, pero hoy en día disfruto cada día con mis nenas y los avances técnicos y humanos que se presentan.
¿Cuál es tu sueño como entrenadora?
¡Que pregunta difícil!. En realidad mi respuesta se divide en dos, principalmente disfruto de aprender y crecer como entrenadora para poder evolucionar, y llegar a tener otros horizontes. Como segundo, sé que es un poco difícil pero algo que no creo imposible, y no lo veo como algo próximo pero que podría suceder dado que la esperanza es lo último que se pierde y es ser entrenadora de un club masculino.